Expresión muy usada para decir que alguien se está matando trabajando, metiéndole un esfuerzo brutal a algo, como si estuviera cargando un camión lleno de plomo. Es típica para quejarse pero también para presumir que uno se fajó duro. Y hay que admitir que suena tan dramática que hasta provoca echarse en el sofá.
"Chamo, anoche le eché un camión de plomo al proyecto de la uni, me amanecí con café y empanadas y todavía el profesor salió con que le faltaba una tablita más."