En Tolima se dice cuando alguien se queda dormidísimo, de esos sueños profundos en los que te desconectas del mundo y no te despierta ni el fin del planeta. Es como si te hubieras ido al fondo de un pozo y nadie te encuentra. Se usa mucho para la siesta pesada o cuando el cansancio te tumba sin avisar.
"Parce, yo ayer me eché al pozo después del almuerzo y cuando abrí los ojos ya era de noche. Mi mamá gritándome y yo ni por enterado, qué siesta tan brava."