Quedar en la inmunda

Se dice cuando alguien queda muy mal parado, sin plata, sin opciones o metido en un lío del que no sabe cómo salir. También vale para cuando te dejan tirado o te va fatal y quedas hecho polvo. Es bien coloquial y suena fuertecito, pero describe perfecto ese momento en que la vida te da un revolcón.

"Me gasté la quincena en aguardiente y empanadas, y cuando fui a pagar el arriendo quedé en la inmunda, tocó pedirle cacao a mi mamá."

Pintotazo

Se dice cuando alguien se manda una que llama la atención de golpe, ya sea por lucirse o por hacer el oso. Es como pegarse un show inesperado que deja a todo el mundo mirando, para bien o para mal. Suele usarse para cosas escandalosas, raras o muy sorprendentes. Y sí, a veces da pena ajena sabrosa.

"En la reunión del barrio se pegó severo pintotazo, llegó con megáfono a “organizar” y terminó cantando vallenato todo desafinado, y la gente muerta de la risa."

Echar aceite

En Tolima se dice cuando alguien se pone en modo labioso para conquistar, tirando piropos y hablándole bonito a otra persona. Vamos, que está endulzando el oído y metiendo cuento con toda la intención. Puede sonar romántico o medio intenso, según el tono y la confianza. Si te lo hacen mucho, sospecha.

"Juancho llegó a la fiesta y apenas vio a Diana se puso a echar aceite, dizque princesa y todo, pero ella ni lo voltea a mirar."

Hacer el velero

En Tolima se dice cuando el parche es salir con los panas a dar vueltas por el pueblo o el barrio sin plan fijo, solo por joder un rato, chismosear y ver qué sale. Es como andar a la deriva, pero con risas, música y cero afán. No es turismo, es matar tiempo con estilo, y a veces termina en empanada.

"¿Qué más pues, hacemos el velero por el parque? Damos una vuelta, miramos el chisme y si pinta, caemos por una empanadita y una gaseosa."

¡Sálgase, pues!

Frase bien tolimense para decirle a alguien que se quite del medio o que se salga de donde está estorbando. Suena a regaño con cariño, pero también puede ir con toda la piedra si la persona no entiende. El pues le da ese sabor colombiano de urgencia y confianza, como diciendo: hágame el favor y muévase ya.

"¡Sálgase, pues!, que está parado en la puerta y no deja pasar la olla del sancocho, mijo, hágame el favor."

¡Qué vapores!

Expresión bien tolimense para soltar cuando algo te deja sorprendido, impresionado o te parece una locura. Es como decir ¡qué cosa tan berraca! o ¡no joda!, pero con ese toque de exageración, como si la situación estuviera tan intensa que hasta echara vapor. Sirve para chismes, cuentos y vueltas increíbles.

"¡Qué vapores con la prima! Dijo que iba por pan a la esquina y apareció en Ibagué con sombrero, botas y un novio nuevo, como si nada."

Gomoso/a

En Tolima y en buena parte de Colombia se le dice gomoso o gomosa a la persona intensa y sobreprotectora, la que se te pega como chicle y vive pendiente de ti. Te pregunta a qué horas llegas, con quién vas y si ya comiste. Puede sonar cariñoso o medio fastidioso, según el tono. Y sí, agota un poquito.

"Mi tía es re gomosa, me llama cada rato y si salgo me pide ubicación, foto y hasta el nombre del taxista."

Pegarle al clavo

Se dice cuando alguien acierta de lleno, da con la respuesta exacta o le atina justo a lo que era. Es como decir que la pegó, que la leyó completica o que adivinó sin tener todas. Sirve para exámenes, chismes, negocios o cualquier cosa donde alguien se manda un acierto brutal.

"Parce, Juan le pegó al clavo con la respuesta del profe y eso que ni había estudiado, salió del salón como si hubiera ganado la lotería."

Parche en la biblioteca

Se dice con sarcasmo para burlarse de un plan que suena cero emocionante, tipo ir a estudiar o hacer tareas cuando todo el mundo está en plan rumba. Es como decir: vaya planazo, qué adrenalina. En Tolima, “parche” es el plan o el combo, y aquí se usa justo al revés, con ironía.

"¿Otra vez viernes y vos querés ir a la biblioteca a hacer cálculo? Uy sí, qué parche en la biblioteca, re intenso, llevá las onces pues."

Quedarse en la olla

Se dice cuando te quedas sin plata, pelado y contando monedas, normalmente después de un gasto grande o una racha de mala suerte. Es como admitir que el bolsillo quedó en modo supervivencia y toca apretarse duro hasta que llegue la quincena. Muy de parche y de hablar sin pena de la vaca flaca.

"Pagué el arriendo, invité las polas y encima se me dañó la moto, quedé en la olla y ahora me toca almorzar arepa con tinto toda la semana."

Guayabo

La resaca que te hace replantear todas las decisiones de la noche anterior, cuando te pasaste de tragos y al otro día ni el café te salva.

"Parce, anoche en la fiesta nos fuimos hasta abajo, y hoy tengo un guayabo que ni me puedo parar del sofá."

Echarse al pozo

En Tolima se dice cuando alguien se queda dormidísimo, de esos sueños profundos en los que te desconectas del mundo y no te despierta ni el fin del planeta. Es como si te hubieras ido al fondo de un pozo y nadie te encuentra. Se usa mucho para la siesta pesada o cuando el cansancio te tumba sin avisar.

"Parce, yo ayer me eché al pozo después del almuerzo y cuando abrí los ojos ya era de noche. Mi mamá gritándome y yo ni por enterado, qué siesta tan brava."

Darle tilín al tramo

Se dice cuando toca apurarse y meterle pata al camino o a lo que estés haciendo. Es como decir: muévase, que vamos tarde, pero con sabor tolimense. Sirve tanto para caminar más rápido como para acelerar un plan, un mandado o una vuelta. Suena medio juguetón y bien de calle.

"¡Hágale pues, parcero! Dele tilín al tramo que el bus ya está pitando y si lo dejamos ir, nos toca comernos otra media hora en la parada."

Hacer la vuelta de la ñapa

Se dice cuando te las ingenias para que te den la ñapa, ese extra que cae por buena onda o por saber negociar. Es como hacer la jugadita con el vendedor para que te eche un poquito más sin subirte el precio. Muy de mercado y de esquina, y cuando sale, sabe a victoria.

"En la plaza de Ibagué le hicimos la vuelta de la ñapa al señor de las frutas y nos echó tres mandarinas de más, todo por sonreír y meterle labia."

Charlar en la fresquita

Se dice cuando te quedas conversando tranquilo, sin afán, aprovechando el fresquito de la tarde o la noche después del calor bravo. Es la típica escena de sacar la silla a la puerta, echar chisme suave, reírse un rato y dejar que el tiempo se vaya solito. Plan sencillo, pero sabroso.

"Después de la comida sacamos las sillas pa’ la puerta y nos pusimos a charlar en la fresquita, entre chisme, tinto y risas, y cuando vimos ya cantaban los gallos."

Echar carreta

Se dice cuando alguien se pone a hablar y hablar, metiendo cuento, adornando la historia o tirando labia para impresionar. Puede ser pura exageración o directamente carreta, o sea, cuento barato. En Tolima suena muy de parche: si alguien está echando carreta, no es que esté conversando, es que está vendiendo humo con estilo.

"No le creas a Juan, ya va como cuarenta minutos echando carreta y jurando que conoce al alcalde y que el pueblo es de él."

Emparamao

Se dice cuando quedas bajoneado, tristón o sin ganas de nada, como con el ánimo por el piso. Es ese estado de derrota silenciosa en el que ni pelear provoca, solo mirar al techo y suspirar. En Tolima lo sueltan mucho después de una mala noticia o un partido perdido. Y sí, duele más si fue en casa.

"Parce, ese gol al último minuto me dejó emparamao, ni ganas me dieron de salir por un tinto, me quedé en la casa viendo el techo."

Embalarse

En Tolima se dice cuando alguien se acelera y se emociona de más, se mete de cabeza en algo sin pensarlo mucho. Puede ser con un proyecto, una compra, una pelea o hasta con un romance que va a mil por hora. Vamos, que te embalaste y ya no hay quien te frene. Y luego vienen los ay, no debí.

"Camilo se embaló con el negocio, pidió plata prestada y ya anda prometiendo ganancias. Ahora vive pegado al celular, trasnochado y con cara de no haber comido ni un tamal."

Echar la prendita

En Tolima se dice cuando vas a tomarte unas cervezas con los parceros, como quien va a hacer una diligencia obligatoria del día. Es plan de after, de viernes o de cualquier excusa, pero con ese toque de que la pola es sagrada y no se negocia. Suena chistoso porque lo pinta como si fuera una compra de primera necesidad.

"Salgo ya del camello, parce, que hoy sí toca echar la prendita con los muchachos. Caiga al parque, compramos unas polas y chismoseamos un rato."

¡Qué chimba de noticia!

Expresión usada para decir que una noticia es increíble o muy buena, como cuando recibes una sorpresa que te alegra el día.

"Parce, me llamaron del trabajo y me van a subir de cargo. ¡Qué chimba de noticia!"

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