Se dice cuando alguien queda muy mal parado, sin plata, sin opciones o metido en un lío del que no sabe cómo salir. También vale para cuando te dejan tirado o te va fatal y quedas hecho polvo. Es bien coloquial y suena fuertecito, pero describe perfecto ese momento en que la vida te da un revolcón.
"Me gasté la quincena en aguardiente y empanadas, y cuando fui a pagar el arriendo quedé en la inmunda, tocó pedirle cacao a mi mamá."
Cuando alguien está en apuros, sin dinero o metido en un lío grande que parece no tener salida. Básicamente, cuando todo se va al traste.
"Parce, desde que chocó el carro y perdió la plata del negocio, quedó en la inmunda. No hay quien lo saque de esa."