Se usa para decir que te pones a platicar largo y tendido, sin prisa, nomás por el gusto de chismear y echar relajo. Es como cuando te sientas en la banqueta o en la tiendita y la lengua se te suelta con historias, exageraciones y uno que otro chisme sabroso. La neta, es de las mejores formas de perder el tiempo.
"No manches, nomás iba por tortillas y terminé echando carreta con Don Chuy como dos horas, hasta me contó que su gallo ya se cree dueño del amanecer."
Es cuando alguien se pone a hablar sin parar, generalmente contando historias que parecen medio infladas o inventadas.
"Ese man se la pasa echando carreta de cómo conoció a Shakira en un bus… ¡pura fantasía!"
Charlar mucho y a veces sin parar, como quien tiene un debate eterno sobre cualquier tema, serio o no.
"Camilo se pone a echar carreta cada vez que le preguntan por la historia del barrio, ¡no hay quien lo calle!"
Expresión bien cachaca para cuando alguien habla y habla, mete cuento, exagera o se pone a chamuyar sin parar. No siempre es mentira, pero sí es como que se enrolla más de la cuenta para convencer, distraer o simplemente perder tiempo. Es muy de oficina, de parche y de familia, y hay que admitir que a veces la carreta es entretenida.
"Parce, el profe se echó tanta carreta en clase que hasta nos contó la historia de cuando casi se vuelve rockstar en Chapinero y ni alcanzó a explicar el tema del parcial."
Se usa cuando alguien habla y habla sin ir al grano, como para marear al parche con cuentos, excusas o cháchara barata. Puede ser para aparentar, para ganar tiempo o simplemente porque le encanta oírse. Es muy colombiana y, bien usada, sirve para bajarle el humo a la gente que se enreda hablando.
"Parce, deje de echar tanta carreta y cuente de una vez qué hizo con la plata de la vaca pa' la fiesta, que eso huele a cuento chimbo."
Forma coloquial de decir que hablas mucho, como una cotorra, pero no siempre con un propósito claro; más bien para entretener sin mucho contenido verdadero.
"En la tienda se pasaron dos horas echando carreta, como si el tiempo no existiera."
En el Norte de Santander se usa para cuando alguien habla y habla con puro cuento, adornando todo más de la cuenta y metiendo exageraciones por montones. Es como vender humo con labia, mucho verbo y poca realidad. A veces es por vacilar, otras por impresionar, pero siempre con más carreta que un político en campaña.
"Parce, deje de echar tanta carreta que ya sabemos que ese viaje a Europa fue a Cúcuta y de regreso en bus escalera."
Hablar mucho sin realmente decir nada importante o contar cuentos de camino. Básicamente, cuando alguien te enrolla con su charla eterna.
"Ese man se la pasó una hora echando carreta sobre cómo casi compra un Ferrari... ¡No le creí ni media!"
Se dice cuando alguien se pone a hablar y hablar, metiendo cuento, adornando la historia o tirando labia para impresionar. Puede ser pura exageración o directamente carreta, o sea, cuento barato. En Tolima suena muy de parche: si alguien está echando carreta, no es que esté conversando, es que está vendiendo humo con estilo.
"No le creas a Juan, ya va como cuarenta minutos echando carreta y jurando que conoce al alcalde y que el pueblo es de él."
Expresión muy caleña para cuando alguien se pone a hablar largo y tendido, adornando la historia, exagerando o simplemente parchando con pura charla. No siempre es mentira, pero sí es mucha habladera, más show que datos. Es como cuando uno sabe que el cuento viene inflado, pero igual se ríe porque la carreta está buena.
"Parce, no le crea tanto a ese man, que está echando carreta diciendo que se levantó a tres peladas en la misma rumba y ni lo dejaron entrar a la discoteca."