Expresión muy zuliana para hablar de una siesta corta, de esas que te tiras después del almuerzo para bajar la pesadez y recargar pilas. Suele usarse en las tardes calurosas cuando el sol pega durísimo y el cuerpo pide cama. Es como decir que vas a dormir un ratico, pero con cariño y flojera incluida.
"Hermano, con este calorón y esa bandeja de patacones que me metí, voy a apagar el aire, cerrar la puerta y echarme un sueñito sabroso antes de seguir trabajando."
Se usa para hablar de una siesta corta pero sabrosa, de esas que te tiras en el sofá o en la hamaca y te quedas frito sin darte cuenta. No es dormir pesado, es un ratito para recargar baterías y seguir en el corre corre del día. Y la verdad, un buen sueñito a tiempo te salva la vida.
"Chamo, con este calorón y el tráfico hecho un desastre, mejor me echo un sueñito y luego veo si me lanzo pa’ Caracas o me quedo pegado en casa."