Se usa para hablar del desastre que queda cuando alguien mete mano donde no sabe, toca todo, desarma, acomoda raro y al final deja todo peor que antes. Es como ese arreglo a medias que chirría cada vez que lo ves y te acordás del inútil que lo hizo. Y hay que admitir que la expresión tiene bastante mala leche pero también su gracia.
"Mirá el quilombo que armó el tío con la puerta, ahora roza, no cierra bien y hace ruido, alto efecto bisagra se mandó el salame ese."