Se usa cuando estás tan reventado que el cuerpo ya no da más y empiezas a quedarte dormido a cada rato, como tratando de recuperar el sueño perdido. Es muy de después de una rumba larga o de trasnocharse trabajando. Básicamente estás luchando por cuadrar cuentas con el sueño, aunque vayas medio zombie por la vida.

"Chamo, me fui de la rumba, llegué a las cinco, y ahora en la reunión con el jefe estoy empatando el sueño durísimo, casi me caigo de la silla."

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