Se dice cuando alguien se esfuma de repente y de forma medio sospechosa, como quien no quiere la cosa, para no dar la cara o zafarse de un problema. Vamos, que en cuanto huele a bronca, se pierde y nadie sabe dónde se metió. Suena a excusa barata, pero a veces es puro instinto de supervivencia.
"Chamo, apenas el jefe pidió voluntarios para quedarse tarde, Juan se hizo el loco y se fue. Ese pana siempre anda escondiendo la lapa cuando toca responder."