Se suelta cuando alguien está terco a más no poder, cerrado de mente y sin ganas de ceder ni un milímetro. Da igual si le explicas con calma, con pruebas o a gritos, la persona sigue en su idea como si nada. También vale para alguien que no reacciona o no entiende. Es bruta, pero tiene su gracia.
"Le dije a mi causa que el ceviche no lleva ketchup y el pata seguía terco, ni caso. Mano, está más duro que martillo de carpintero, ya déjalo."