Se usa para decir que alguien está a tope de energía, con el hype por las nubes y con ganas de jarana, como si estuviera en un estadio en plena final épica. Es ese punto en el que no quieres sofá ni manta, solo calle, ruido y planazo. Y oye, bien usado puede levantar hasta al más muermo.
"Tía, hoy cobro, juega el Madrid y no curro mañana, estoy de estadio total, nos bajamos a Lavapiés y acabamos donde nos pille la noche."
Decir que alguien está de estadio en Madrid es una forma muy castiza de decir que está a tope de emoción, como si estuviera viviendo una final de Champions en el Bernabéu. Se usa cuando la peña se viene arribísima, grita, salta y se mete tanto en el momento que parece que está en un estadio lleno. Y oye, tiene su punto.
"Tía, cuando le dije que había aprobado todas con nota se puso de estadio, empezó a chillar en el metro y casi nos echan por montar el espectáculo."