Se usa para bardear con onda a la persona que está ahí parada chusmeando todo, sin ayudar y metiendo la nariz donde no lo llaman. La comparan con el guanaco, que se queda quieto mirando el paisaje como si no tuviera otra cosa que hacer. Es muy de campo patagónico y tiene su gracia cuando se dice en tono de cargada.
"Che, dejá de estar de mirón como guanaco y vení a dar una mano con el asado, que parecés porteño de tour sacando fotos a la parrilla."