Dicho bien quindiano para cuando quedas reventado, sin energía y medio tirado, como trapo viejo después de trapear toda la casa. Se usa en plan jocoso para decir que estás agotado, que no te da ni para pararte o hablar mucho. Ideal tras una caminata brava, un turno largo o una rumba pesada.
"Parcero, después de subir a Salento y volver a pata quedé en la trapoza, no me da ni pa’ prender la greca."