Se usa para decir que alguien se quedó seco de creatividad, sin una sola chispa en la cabeza. Es como si las ideas lo hubieran abandonado y lo dejaran tirado en la cuneta mental. Muy de cuando estás bloqueado, mirando la pantalla o el cuaderno y no sale nada. Y sí, duele un poquito el drama.
"Hermano, llevo dos horas viendo el Word en blanco y nada que arranco, estoy huérfano de ideas, ni con café, ni con música, ni con memes se me ocurre cómo empezar este bendito informe."