Dícese de quien se queda dormido de tal manera que parece un maniquí tirado en el sofá, completamente inmovilizado por el sopor.
"Después del cocido, nos quedamos todos muñecos en el salón, no había quien moviera ni una pestaña."
En Madrid se dice cuando estás reventado, sin energía, como un muñeco tirado en el sofá que ni parpadea. Vale para después de currar, de una resaca criminal o de pegarte una paliza andando. Es un cansancio de los que te dejan en modo ahorro, con cero ganas de socializar. Muy castizo y muy real.
"Ayer curro, gym y luego cañas hasta tarde. Hoy estoy muñeco, me quedo en casa y que el vermú se lo beba otro."