En Perú se dice cuando alguien está reventado, sin energía y medio destruido, como si fuera un trapo viejo tirado en el piso. Sirve para después de una chamba pesada, una amanecida o un tono que se fue de largo. No es que estés enfermo, es que ya no te da el cuerpo. Bien gráfico y bien real.
"Causa, ayer hubo tono hasta las mil y hoy estoy trapo, ni para pararme por un cevichito me da. Déjenme nomás en mi cama."