En Panamá, flaca es un apelativo bien común y cariñoso para llamar a tu novia, a una amiga cercana o a esa persona con la que tienes confianza. Puede sonar coqueto y hasta un pelín pícaro, y no tiene por qué describir el cuerpo de nadie. Es más de trato y de cariño que de báscula.
"Ey, flaca, deja el drama y vámonos por unas raspas, que este calorón está criminal y yo ando sin ganas de cocinar."
En Corrientes se usa flaca como forma cariñosa para hablarle a una amiga, novia o cualquier mina con confianza, sin importar si es delgada o no. Es de esas palabras que suenan medio piropeo de barrio pero con onda buena, bien chamigo. Según el tono puede ser dulce, canchera o medio mandona, pero casi siempre con cariño.
"Che flaca, apurate que se hace de noche y nos quedamos sin lugar en la costanera para tomar unos mates tranqui mirando el Paraná."