Se dice cuando alguien te está jodiendo la vida con una molestadera constante, insistiendo, preguntando o metiéndose donde no lo llaman, hasta que te saca de quicio. Es como que te van lijando la calma poquito a poco. En Panamá suena bien de calle y sirve para poner un alto sin tanta vuelta.
"Ey, deja de fregar la paciencia, que estoy viendo la novela y tú con esa preguntadera. Ve a jugar por ahí, pelaito, antes que me cabree."