Se usa para decir que alguien está bravísimo, con la piedra al tope, como un costeño que se quedó sin su bollo de yuca o de mazorca en el desayuno. Es una forma muy costeña de exagerar el mal genio y hacer chiste al mismo tiempo. La imagen es tan dramática que hasta da risa, aunque el man esté que explota.
"Hermano, al man le cancelaron el paseo pa' la playa a última hora y quedó furioso como un costeño sin bollo, tirando chancleta y hablando hasta por los codos."