Se usa cuando alguien le da mil vueltas a algo, se queda rumiando una situación y se quema la cabeza pensando pavadas en vez de hacer algo. Es como decir que está usando tanto el cerebro que lo va a gastar. Muy típica del habla argentina, y hay que admitir que describe perfecto a la gente que se cuelga mal.
"Amigo, dejá de gastar la bocha con si le gustás o no, mandale un mensajito y si te clava el visto ya llorás después con unos mates."
Se utiliza para referirse a alguien que gasta mucho dinero en cosas innecesarias, especialmente en momentos de jolgorio donde no se piensa bien cuenta arriba y cuenta abajo.
"Juan se puso a gastar la bocha comprando birras para todo el bar porque dice que su equipo ganó el clásico. ¡Y después palma hasta fin de mes!"
Expresión usada para describir a una persona que continuamente habla mucho, tanto que parece que está gastando las palabras como un disco rallado.
"Mirá Flaco, si seguís gastando la bocha con tus historias del club, nadie más va a querer sentarse a la mesa."