En Aragua, guacharaca no es solo el instrumento que raspan en la música llanera. También se le dice así a la persona que habla hasta por los codos, no se calla ni un segundo y te suelta el cuento completo con extras. Puede ser en broma o medio fastidiado. Y sí, a veces da risa.
"Marico, la chama del salón es una guacharaca: empezó con el chisme del profe y terminó contándome la vida del perro del vecino, sin respirar."