Dicho barinés para llamar a alguien flojo o mantenido, de esos que se la pasan echados sin hacer nada, esperando que la vida les resuelva. La imagen es bien criolla: un guaral es una cuerda, y si fuera de queso, ni aguanta, se cae solo. Vamos, pura excusa para no mover un dedo.
"Mira a Juancho, ese es un guaral de queso: todo el día en el chinchorro, pidiendo cafecito y diciendo que mañana sí se pone a trabajar."