Palabra en plan cachondeo para hablar del típico guiri que está más perdido que un pulpo en un garaje, dando vueltas sin rumbo y mirando el mapa cada dos pasos. Se usa con tono vacilón pero sin mala leche, más para reírse de la situación que de la persona. Y hay que admitir que la escena suele ser bastante cómica.
"Tú mira al guiristino ese, lleva una hora dando vueltas por el Casco Viejo con el paraguas abierto y el mapa al revés, parece que busca Mordor en vez de la plaza."