En Áncash se dice que alguien está codo cuando es bien tacaño, que no quiere gastar ni un sol ni aunque lo inviten los dioses. Es esa persona que siempre se hace el loco cuando toca poner para la chanchita. Básicamente, es un agarrado de primera, aunque a veces da risa ver hasta dónde llega su miseria.
"Ese Juancito está más codo que nunca, viene a mi casa, se empuja todo el cevichito y al final se hace el loco cuando toca poner aunque sea para la gaseosa."
Se refiere a alguien tan tacaño que le da miedo gastar hasta los kilómetros de las suelas de los zapatos. Prefiere ahorrar antes que gastar en cualquier cosa.
"Lalo siempre se encuentra entre la universidad y la tienda de su casa; invitarlo al centro es pedirle que cruce los Andes. ¡Hasta para explorar calle está codo!"
Expresión que describe a esa persona que pone más empeño en ahorrar energías al hablar de lo necesario, transformando cualquier oración en gruñidos o asentimientos crípticos para evitar cansancio lingual.
"El Paco ayer no dijo ni 'hola'. Estaba tan codo anoche que la charla consistió en puros "mmm" y "ajá" mientras los demás cazábamos su idioma extraterrestre."
Término utilizado para señalar a esa persona que gasta todos sus recursos en una sola inversión o evento espectacular, y luego tiene que volver al modo 'codo nivel dios' hasta que su cuenta bancaria se recupere.
"El Iñaki se pegó un fiestón de tres días por su cumpleaños y ahora ha tirado la casa por la ventana. Eso sí, está codo todo el mes comiéndose bocadillos de mortadela."
Un término que se usa para describir a una persona que siempre está buscando excusas creativas para no prestar sus cosas, ya sea un bolígrafo o su coche, como si el mundo terminara al momento de hacerlo.
"Le pedí a Jaime la serie esa de moda en plataformas y me dijo que justo hoy descubrió que Netflix subió precios por prestárselo... ¡Siempre estás codo, compa!"
Expresión sarcástica utilizada para describir a alguien que es tacaño incluso con su propio esfuerzo, prefiriendo no gastar energía aunque tenga la oportunidad.
"Mira al Pepe, lleva cinco días sin cambiarse el pijama desde el sofá. ¿Salir a cenar? No creo... ¡Ese está codo hasta para levantarse!"