Se dice cuando alguien se mete a “arreglar” un pleito o a calmar el ambiente y, en vez de ayudar, la riega y lo deja peor. Es el típico que llega con buenas intenciones, suelta dos comentarios fuera de lugar y prende más el fuego. Vamos, apagar el incendio con gasolina, pero versión chapina.
"La reunión iba medio tranquila hasta que se metió el Kevin a hacer un bagre, sacó el tema del dinero y ahora todos están peleados y ni se ven."