En Caldas se usa para hablar de alguien que se pone a soltar una historia larguísima, llena de adorno y carreta, pero con poquita verdad. Es como hablar por hablar para matar el tiempo o impresionar a quien pille descuidado. A veces hace gracia, pero también puede cansar cuando uno ya se sabe el truco.
"Parce, cuando el tío Óscar se sienta en la sala a hacer un chorro, uno sabe que se enfría el tintico oyendo cómo casi se vuelve narco, futbolista famoso y astronauta en la misma semana."