Se dice de alguien que se agranda y se hace el picante, como si fuera el más poronga del barrio, pero en realidad está vendiendo humo. Va de cancherear, hacerse el malo o el capo para impresionar, sobre todo en la calle o con la banda. Casi siempre se usa para bajarlo a tierra con humor.
"Ahí va el pibe haciéndose el guacho pistola en la esquina, acelerando la moto y gritando, y a la cuadra ya se le apagó y quedó pagando."