Se dice cuando alguien se hace el boludo o el distraído a propósito, como si fuera inocente, para zafar de una cagada o evitar una charla incómoda. Es el clásico hacerse el que no entiende, pero con carita de yo no fui. En Córdoba se escucha bastante y sirve para pinchar al que se hace el vivo.
"Dale, no te hagás el menor, culiau, si vos fuiste el que cambió el grupo de WhatsApp y ahora nadie encuentra el link."