Es una forma exagerada y bien coloquial de decir largo, ya sea en tiempo o en espacio. Se usa cuando algo se hace eterno, pesado o ocupa más de lo que debería. Sirve tanto para discursos, colas, viajes o hasta novelas que nunca acaban. Es como decir que algo se pasó de largo, pero con más cachondeo.
"Hermano, el viaje en combi estuvo tan largote que hasta el chofer se sabía todos los chismes del pueblo de ida y de vuelta"