Apodo medio cariñoso y medio carrillero para la persona que no se calla ni debajo del agua. Es el que siempre trae chisme, comentario o respuesta, aunque nadie se la haya pedido. No necesariamente es mala onda, pero sí cansa tantito. En Zacatecas se suelta mucho entre compas para echar carrilla.
"Ya llegó el Toño, el lengüeta del grupo. Ahorita empieza con el chisme y nos avienta la novela completa de lo de anoche, sin que nadie le pregunte."