Se dice cuando alguien aparece en un sitio bien pasado de tragos, tambaleándose y con cero dignidad. No es que venga “cansado”, es que viene borracho y se le nota en la cara, en el paso y en las ganas de hablar duro. En Anzoátegui suena a que el pana llegó vuelto un ocho. Y sí, da risa, pero cuidado.
"Pana, Juan llegó doblado al matrimonio de su prima, se metió a la pista a bailar salsa y casi se va de jeta frente a la suegra."