Se dice cuando alguien llega tardísimo y con una calma insultante, como si viniera paseando cuesta abajo sin ninguna prisa. Es esa entrada triunfal del que aparece cuando ya está todo andando y encima actúa como si nada. Muy de tirar talla, porque deja claro que el compadre llegó relajado, pero se pasó de fresco.
"Oye, el Nico llegó en loma al asado, po. Ya habíamos bajado la carne, las ensaladas y hasta el postre, y el loco cae preguntando si queda pancito."