Se usa para decir que alguien se va a echar una siesta sabrosa después de comer, sobre todo cuando el calor está pegando duro y el cuerpo ya no quiere saber nada del mundo. Es como recargar pilas con una buena dormidita, bien merecida, mientras el sol sigue a todo lo que da. La neta suena hasta refrescante.
"Ya con este calorón y la panza llena de cochinita, mejor me voy a llenar el tanque de limonada en la hamaca, porque si no me desmayo en la chamba al rato."