Se usa cuando alguien hace un lío monumental, una cagada épica que parece receta de desastre más que de cocina. Es como decir que se mandó una macana gigante, de esas que después hay que explicar con cara de yo no fui. Y sí, suena gracioso hasta cuando la cagada es seria.
"El Nico quiso impresionar a la piba haciendo asado, prendió fuego la parrilla, el mantel y casi al perro. Todos cagados de risa y la vieja gritándole que se mandó una gran cazuela, que ni se acerque más a la cocina."