Expresión muy usada para decir que alguien se escapa o se va sigilosamente de un lugar, casi como huyendo de la situación sin hacer mucho ruido. Es irse a la francesa pero con sabor entrerriano, aprovechando el momento justo para rajar antes de que te enganchen. Y seamos sinceros, a veces mandarse una rama es puro instinto de supervivencia social.
"Cuando vi que iban a sacar la guitarra para el fogón, me mandé una rama del asado y caí directo al boliche con los pibes."