Forma cariñosa y un poco irónica de hablar del micro o bus chico que recorre la ciudad o los pueblos y que, por alguna razón mágica, siempre va lleno hasta los topes. Se usa mucho cuando uno se ríe de lo apretado del viaje, aunque igual se sube porque no queda otra. Y hay que admitir que el nombre tiene su encanto.

"Pucha, me subí al microbucito en hora punta y terminé abrazando a medio Los Ríos, iba peor que lata de sardinas en oferta"

¿Te gusta nuestro diccionario?

Además de rebuscar expresiones cañoneras, también contamos chistesitos.

Échale un ojo, si no te ríes en 10 segundos, te hacemos un descuento.

Tu cesta: 0,00 € (0 productos)
Imagen del producto

Tu Carrito de Magia

Tu carrito está vacío. ¡Adopta un Magikito!