Se suelta cuando alguien está haciendo un dramón por algo que no lo amerita. Es como decirle: bájale dos rayitas, no pasa nada. En CDMX suena chistoso porque cambia el clásico no es para tanto por sala, como si el drama ya necesitara escenario y butacas. Útil para cortar el show sin pelear.
"Ya, güey, porque se te cayó el taco no vas a llorar. Agarra otra tortilla y listo, no es sala para tanto, ni que fuera final de telenovela."