Se dice cuando alguien se hace el que no entiende, se hace el loco o se hace bien menso para zafarse de algo. Es como “no te hagas el sordo”, pero con sabor norteño y medio burlón. Va perfecto para cachar al que se quiere hacer el inocente cuando ya sabe exactamente qué onda.
"No te hagas maíz, compa, que tú fuiste el que dejó la puerta abierta y ahora el perro anda paseándose por toda la cuadra."