En Formosa se usa padrastro para hablar de esos mosquitos grandotes y torpes que aparecen a arruinarte la paz cuando todo venía tranqui. No es el padrastro de familia, sino un bicho pesado que molesta sin parar. Es como un invitado no deseado con alas, y hay que admitir que el apodo tiene bastante mala leche.
"Estábamos en la plaza tomando tereré bien fresquito y de la nada cayeron unos padrastros gigantes, nos comieron vivos y terminamos rajando todos a la casa, che."