Expresión muy usada para decir que alguien se está esforzando un chorro con algo difícil, ya sea la chamba, la escuela o un problema que trae vueltas y vueltas. La idea es que estás batallando duro, como si de verdad anduvieras partiendo un camote bien duro y necio. Suena chistoso, pero sí deja claro que la cosa está pesada.
"No manches, profe, toda la noche anduve partiendo camote con la tarea de cálculo y aun así me pusieron un cinco bien miserable."