Expresión muy castiza para hablar de una noche de fiesta intensa, con risas, copas, bailoteo y cero ganas de volver pronto a casa. Es la típica frase para cuando sales con colegas y la cosa se lía más de lo previsto. Vamos, que no es salir de tranquis, es salir a darlo todo sin remordimientos.
"Dijimos de tomar solo una caña por Lavapiés y acabamos pegándonos una juerga épica por Malasaña, karaoke cutre incluido y bocata de calamares a las siete de la mañana."