En Miranda se usa para decir que va a arrancar la rumba con todo, sin pena y con ganas de vacilar duro. Es como anunciar que se abre la pista, se destapan las birras y empieza el desmadre sabroso. No es solo cortar el pastel, es la señal oficial de que la fiesta se puso buena.
"Apenas pusieron el reguetón viejo en la miniteca, el pana soltó Vamos a picar la torta y en dos segundos todo el mundo estaba perreando en la sala de la abuela."