Se dice cuando alguien va con una facha feíta, desarreglada o medio descuidada, como si se hubiera vestido a la carrera con lo primero que pilló. No es que sea el insulto del siglo, pero sí suelta esa vibra de “parce, arréglese un poquito”. Muy de regaño con cariño y recocha.
"Ve, parcero, con esa pinta rancia te van a mirar raro hasta en la tienda, póngase una camisita y deje de dar pena."