En Áncash pintarse es largarse del sitio sin avisar y sin dejar ni la sombra, sobre todo cuando toca pagar o ayudar en algo pesado. Es como hacerte el ninja serrano y desaparecer entre la gente como si nada. Suena gracioso, pero cuando te dejan con la cuenta en la mano ya no hace tanta gracia.
"Estábamos chupando chelas bien tranquis y cuando trajeron la cuenta el Chato ya se había pintado, el conchudo me dejó solo con todo el consumo."
En Mendoza se usa para decir que alguien se va o desaparece sin avisar, como si se evaporara. Es el típico movimiento cuando la juntada se pone densa, aparece alguien que no querés ver o te agarra la fiaca y preferís borrarte en silencio. Queda re menduco y bastante práctico, la verdad.
"Estábamos en el asado y, cuando cayó el pesado con la guitarra, el Juanchi se pintó de una y ni avisó en el grupo."
En Trujillo se usa pintarse para decir que alguien se lució feo, que hizo algo tan bueno que todos se quedan mirando. Es como hacer una jugada de otro nivel, un chiste brutal o una salida tan buena que el resto del grupo queda en segundo plano. Suena humilde, pero en verdad es puro alarde, y la verdad es que tiene su encanto.
"En la pichanga del barrio, el Marco se pintó con ese golazo al ángulo, dejó al arquero mirando y a todos gritando como locos en la loza."