Se dice cuando alguien se pone rojísimo de golpe, ya sea por vergüenza, por un corte, porque le han pillado en un renuncio o porque se ha calentado y le sube el color. Vamos, que la cara se te queda colorada nivel semáforo. Es muy de conversación diaria y queda bastante gráfica.

"Le soltaron delante de todos lo de su crush y se puso como un tomate, rojo rojo, y encima intentó disimular mirando el móvil como si nada."

¿Te gusta nuestro diccionario?

Además de rebuscar expresiones cañoneras, también contamos chistesitos.

Échale un ojo, si no te ríes en 10 segundos, te hacemos un descuento.

Tu cesta: 0,00 € (0 productos)
Imagen del producto

Tu Carrito de Magia

Tu carrito está vacío. ¡Adopta un Magikito!