En San Juan se usa para hablar de alguien que se arregla demasiado o que arma un berrinche tremendo porque algo no le gusta. Puede ir de alguien que se emperifolla todo para salir hasta la persona que se ofende y se pone digna por cualquier pavada. Es medio dramático, pero justo por eso la expresión tiene tanta gracia.
"No sabés, la Clau se puso los moños porque le cambiaron el mate de lugar, empezó a rezongar más que mi abuela cuando se corta la novela y casi arma asamblea familiar en la cocina."