Se dice cuando algo te deja en shock, sin palabras y con la cara tiesa, como si te hubieran apagado el sistema de golpe. Es esa sorpresa que te congela, para bien o para mal, y te quedas mirando al vacío un segundo. Muy de calle para contar un momento inesperado. Y sí, se siente literal.
"Marico, cuando vi a mi ex agarrada de mano con otro en la plaza, me quedé frío, frío, como palo de yuca y ni supe qué decir."