Se usa para describir a alguien con estilo muy de rancho, bien de pueblo, sencillo y sin poses, que a veces se ve medio anticuado pero con un encanto especial. Puede ser por la ropa, la forma de hablar o las costumbres. No siempre es insulto, muchas veces es carrilla con cariño, y la neta tiene su gracia.
"La morra ya vive en la ciudad y gana bien, pero sigue bien rancherito el rollo, llega a la oficina con botas picudas, sombrero y hasta presume sus gallinas por videollamada."