En Boyacá se usa para hablar de un regaño leve, una llamada de atención suave o una crítica con cariño, de esas que no duelen pero te dejan derechito. Suele venir de la mamá, la abuela o algún mayor cuando te pillan en una. No es bronca pesada, es más bien un jalón de orejas con amor.
"Me cayó un raspa'o de mi mamá por estar pegado a la tele y dejar la tarea botada, y yo ahí haciéndome el loco como si nada."