Se dice cuando alguien se las ingenia para lograr algo casi imposible, como estirar la plata, resolver un lío enorme o salir bien parado de una situación que pintaba fea. Es como hacer magia, pero versión barrio y con pura labia. En el fondo, es admiración con un toque de incredulidad.
"Parce, este man sí saca milagros: con el mínimo pagó arriendo, mercado y hasta invitó unas polas. Yo con esa plata no compro ni el pasaje, qué vaina."